martes, 7 de julio de 2009

domingo, 21 de junio de 2009

Buenas noches compañeros del grupo 25.
Maestra Guadalupe, Maestra Martha les agradezco el acompañamiento como tutoras de este grupo, y al igual que a mis compañeros Ma. del Pilar, Jorge , Feliciano, los invito a leer mis reflexiones de la semana 6.
Espero sus comentarios.
Gracias
Florinda González Villafuerte.

El aprendizaje y el desarrollo de las competencias

¿El aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Definitivamente no. El aprendizaje no es solo las modificaciones conductuales que produce la experiencia y que de una manera estricta pretendemos medir a través de un instrumento, tampoco es algo observable por medio de comportamientos mecánicos que en un momento determinado y bajo una supervisión le pedimos al alumno que lleve a cabo.

Si consideramos al aprendizaje como el producto de la educación, entonces es un proceso humano y social que experimenta las características del medio en que se realiza y por lo tanto inciden en él múltiples factores: de carácter psicológico, de carácter fisiológico, de carácter antropológico, de carácter epistemológico, de carácter ontológico, de carácter axiológico.

Es tan difícil medir el aprendizaje y sin embargo de manera cotidiana en todos los ámbitos se lleva a cabo esta medición, provocando situaciones tan complejas en los sujetos que son evaluados, ponemos por ejemplo: Para ingresar a la secundaria se lleva a cabo un examen de selección en donde con un instrumento de 60 reactivos se pretende saber los aprendizajes en las diferentes áreas de un egresado de la primaria y cuando salen las listas de resultados los padres de familia se exaltan porque su hijo no pudo ingresar y en la escuela primaria de donde procede estaba en el cuadro de honor ¿Qué pasó?

Otro ejemplo: En el nivel medio superior se lleva a cabo la selección a través de un examen también, el instrumento es de 80 reactivos, cuando aparecen las listas hay muchos alumnos que son rechazados (ni siquiera aparecen sus nombres) que tienen promedios de 9 ó más y alumnos que aparecen en la lista y todavía adeudan algunas materias en la secundaria de donde proceden ¿Qué pasó?

Otro ejemplo: Sale una convocatoria solicitando un Licenciado en Administración de empresas para ocupar un puesto administrativo en una empresa, se presentan varios aspirantes y queda el que en la Carrera sacó el peor promedio, faltaba a clases ¿Qué pasó?

Claro que no es un asunto trivial, lo trivial es hacerlo parecer como tal.

Dado que el aprendizaje le compete al alumno y es el único que por medio de su voluntad lo logrará o no, debemos de conocer cuáles son las fases del aprendizaje y según Gagné (aprendizaje por comprensión):

a) Motivación (es el proceso de expectativa y disposición para aprender)

b) Comprensión (implica un proceso de atención y percepción selectiva)

c) Adquisición (proceso cuyo principal componente es la interpretación de la información)

d) Retención (memoria a corto y largo plazo)

e) Recordación (facilita un proceso de recuperación de la información)

f) Generalización (el alumno reproduce, modifica, aplica los conocimientos adquiridos en una situación frente a un problema)

g) Desempeño (proceso de respuesta creativa de manera individual y de manera colaborativa)

h) Realimentación (proceso de confirmación de lo aprendido, incluye la evaluación)

En dónde queda nuestra participación como docentes en este proceso de internalización que llevará a cabo el alumno, si buscamos de manera ética nos veremos en todo el proceso.

Florinda González Villafuerte

Concepciones de aprendizaje


 

Qué concepciones de aprendizaje son congruentes con el enfoque por competencias.

Para responder esta pregunta me voy a referir primero a la concepción de competencia desde la perspectiva de Ph. Perrenaud "es la facultad de movilizar un conjunto de recursos cognoscitivos (conocimientos, capacidades, información, destrezas. Etc.), para enfrentar con pertinencia y eficacia a una familia de situaciones.

Estos recursos cognoscitivos debe "tenerlos" el estudiante para poder llevar a cabo esa movilización, pero no puede hacerlo solo, debemos los maestros trabajar en situaciones de aprendizaje con nuestros alumnos para que ellos puedan llevar con éxito esta transferencia.

Ante esto cabría preguntarse:


 

¿Desde la perspectiva conductista qué situaciones de aprendizaje puede rescatarse?


 

1.- Se definen los objetivos institucionales en términos de comportamiento (realización de tareas, disciplina, organización, etc.)

2.- Se trabaja con los contenidos de la asignatura para conseguir los objetivos del plan de estudios.

3.- Se identifican los recursos didácticos específicos.

4.- Se desarrollan actividades por ensayo-error implementando los refuerzos positivos

5.- Se comprueba a partir de una medición el logro de los objetivos.

Desde la perspectiva constructivista (Piaget, Vygotski), el aprendizaje significativo es el que tiene sentido para el alumno y representa la adquisición perdurable de conocimientos, habilidades y actitudes, considera que el aprendizaje es único para cada alumno y depende de la capacidad cognitiva del alumno, de los conocimientos previos y de las interacciones que se establecen con el medio. Cada individuo tiene tres estadios de desarrollo cognitivo: sensorio-motor, el de las operaciones concretas y el de las operaciones formales y que en todos ellos la actividad es un factor importante para el desarrollo de la inteligencia. según la Teoría del procesamiento humano de la información, considera que durante el aprendizaje se llevan a cabo procesos internos cuyos receptores primarios son las sensaciones y percepciones que se obtienen al interactuar con el medio (oído, vista, etc.,), la unidad central de procesamiento es la que decide hacia donde se dirige la información: memoria a corto plazo y si no se sigue procesando se elimina (dura unos 15 segundos), la memoria a largo plazo es un área de almacenamiento de capacidad y duración ilimitada, ésta información se almacena después de organizarse y estructurarse y se recupera cuando se necesite (teoría cognitivista); en esta teoría no se considera al alumno como alguien que registra solamente eventos sino como un participante activo del proceso de aprendizaje (Merril, Gagné).

El proceso de aprendizaje es todo un conjunto de relaciones que va más allá de una simple recepción de información.

Desde la teoría Socio-constructivista que está basada en las ideas de Vygotski el lenguaje es un elemento importante en el proceso de aprendizaje: las relaciones interpersonales, el medio socio cultural, la zona de desarrollo próximo, el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje situado, el aprendizaje imitativo, el aprendizaje instruido, si consideramos que las asignaturas que enseñamos no solo constan de conocimientos sino también de aptitudes y de hábitos, que el aprendizaje como dice Ausbel "solo es posible cuando la nueva información se enlaza con los conceptos pertinentes, existentes en la estructura cognitiva del que aprende", ante esto y regresando a la pregunta que da origen a estas reflexiones, son varias las teorías del aprendizaje que son congruentes con el enfoque de competencias; aún la teoría conductista tiene varios elementos que sirven de base para el aprendizaje, pero son las teorías constructivista, la psicología cognitivista y el socio constructivismo las teorías que a mi juicio tienen todos los elementos para que el aprendizaje se logre con la participación activa del docente, con el diseño de las estrategias didácticas pertinentes, con la sensibilidad para entender que no se está tratando con el conjunto sino que cada alumno es un individuo con sus propias capacidades y deberá ser tratado del mismo modo respetando su individualidad.

Florinda González Villafuerte.

jueves, 21 de mayo de 2009

Maestro Gerardo, le envío mis trabajos de la semana 2 y del módulo 1 (semana 1 y 2), espero sus comentarios, al mismo tiempo invito a mis compañeras Irene Eloísa y Ma. del Pilar a que lean y comente mi trabajo. Saludos.

miércoles, 20 de mayo de 2009

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Soy Químico Farmacobiólogo de profesión, egresé de la Facultad de Ciencias Químicas de la UAP hoy BUAP, referir cuándo, cómo y porqué me inicié como Maestra me resulta gratificante porque al hurgar en la mente los sucesos que posibilitaron mi incursión en el campo de la docencia en este momento de mi vida laboral (llevo 32 años), en este momento de mi vida cronológica (tengo 59 años, ya casi los 60) me está llevando a considerar que lo que siempre había creído del porqué entré a la docencia ahora me resulta difícil de aceptar; provengo de padres Maestros, mi papá nunca se jubiló, estuvo trabajando 54 años en nivel primaria y se pasó 34 años siendo el Director de la escuela que abandonó por enfermedad y posterior muerte en el año de 1991, mi madre trabajó 38 años también en el nivel primaria, así que siempre pensé que me venía de los genes, pero entonces me surge la pregunta ¿Porqué no estudié para Maestra? Así que estoy en un conflicto ante esta pregunta déjeme dilucidar este ¿Por qué?
El cuándo y el cómo si lo puedo contestar, entré a trabajar en la Escuela Preparatoria Tapachula el 1 de septiembre de 1976. ¿Cómo entré? Mediante una invitación a colaborar dando las asignaturas de Microbiología y Química en el tercer año de Preparatoria (se llevaba Plan anual)
Si bien mi Profesión no es la de Docente he procurado mi formación en este ámbito y tengo el Grado de Maestra en Ciencias de la Educación así como seis Diplomados en educación en diferentes rubros como son: Formación Docente (2), Estrategias Didácticas, Psicoanálisis, Diseño curricular, Modelo por Competencias y esta Especialidad que estoy empezando, independientemente de Cursos de actualización, desarrollo de proyectos, de programas, etc.
En el transcurso de mi vida laboral en la docencia incursioné en el Nivel Superior en la Escuela de Ciencias Químicas de la UNACH en la Carrera de Q.F.B., paralelamente tenía en propiedad un Laboratorio de Análisis Clínicos que tuve que cerrar porque la tarea docente me absorbió tanto y me agradó tanto que puse en la balanza las dos actividades y salió ganando mi función de Maestra, es muy grande la satisfacción que siento al desarrollar todos los días esta actividad, no la cambio por nada, estuve como Secretario Académico en mi escuela por un año sin descuidar mis actividades docentes y me dejó tan mal sabor de boca que la verdad no le encuentro ningún atractivo a la función directiva.
Me reconozco como formadora, facilitadora, acompañante, coordinadora, amiga de mis alumnos y esa es la más grande de mis satisfacciones: el reconocerme como tal.
Reconozco también que he cometido muchos errores en este largo camino y que se tiene la desventaja de no poder hacer nada por el movimiento natural de los estudiantes en el corto tiempo de su trayecto por la institución educativa y con toda sinceridad me pesa no haber tenido la sensibilidad para resolverlos.
En este momento de estar frente a lo que soy, no me visualizo de otra manera más que como Maestra.
La aventura de ser docente

Esta aventura de ser maestro es eso precisamente: una aventura, y mientras más leo los comentarios de nuestros compañeros en donde me reconozco en ese miedo en su primera vez, yo recuerdo que me sentí como cuando iba al dentista y estaba sentada en la sala de espera con el único deseo de salir corriendo, hasta ese dolor de muela que no me dejó dormir se me olvidaba y en su lugar se asentaba el temor de lo inesperado, para mí así es cada inicio de semestre, aún en la actualidad hay cosas que no he podido superar; el empezar los temas, lograr el interés de los alumnos, la empatía hasta por el sonido de mi voz es importante y tratar de ganarme el reconocimiento de ser maestro, de que esperen mi clase con gusto.
La Maestra María González Torres nos platica de esos miedos, de la inseguridad que sentía, del temor al rechazo, de la edad que tenía y de la poca diferencia con respecto a sus alumnos y de cómo esto lo sentía tan pesado y era uno de sus más grandes obstáculos, de no identificarse aún como maestra, la preocupación por organizar preparar su clase, investigar todo lo referente a su materia, los problemas en cuanto a la carencia de libros y de máquinas en donde llevar a cabo su actividad docente, pero también en ello está lo hermoso de ser docente porque a pesar de, trataba de que sus alumnos aprendieran, esa búsqueda en alcanzar sus objetivos es lo que nos dice de lo grande de su labor, yo creo que así como ella todos los que nos identificamos con nuestra tarea algo hacemos para formar esas personas de provecho que queremos sean nuestros alumnos.
La Maestra Faviola nos habla también de algo muy importante: la frustración al no lograr las metas propuestas, ¿Cuántas veces terminamos un día de clases y nos hemos sentido frustrados con lo alcanzado? Yo confieso que muchas, y sin embargo eso me ha enseñado también a no claudicar en mi empeño, es cierto que no caminamos en un suelo tapizado de rosas por el contrario hay muchos obstáculos en el camino pero solo con buena voluntad podremos superarlos, cuando empecé no conocía estrategias didácticas o más bien solo copiaba y repetía las que mis maestros habían practicado con mi grupo, suponía que debían ser buenas y si no alcanzaba el propósito mi reflexión solo llegaba a calificar que yo era culpable por no haberla realizado bien, ahora se que hay múltiples factores: el entorno, los alumnos, los padres de familia, la infraestructura, los compañeros de trabajo, los recursos humanos y materiales, etc, factores que debo tomar en cuenta y no solo aplicar técnicas de manera “robotizada” porque a mí me las aplicaron, de eso se trata el crecimiento precisamente, es un proceso de apropiación-construcción-reconstrucción de tal forma que todo el tiempo estamos aprendiendo y desaprendiendo, o como dice la Maestra Ana Cecilia González Villaseñor siempre andamos en la búsqueda de los mejores escenarios para hacer nuestro trabajo más divertido, interesante y permitirles a los alumnos desear vernos una siguiente vez así como deseamos ver otra vez una puesta en escena de una obra de teatro.
Siento que la lectura del Maestro Esteve me quitó un poco ese grado de culpabilidad con el que siempre he vivido, me acercó a los miles de maestros de mi país que siguen practicando el ensayo-error.

Florinda González Villafuerte
Grupo 127
Competencias Docentes para la educación Media Superior